29 DE JULIO DE 1966: DECRETO DE SUPRESIÓN DE LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA - "LA NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS".

Se llamó Noche de los Bastones Largos al desalojo por parte de la dirección general de
orden urbano de la policía federal argentina (una especie de UCEP -unidad de control del
espacio público porteño- creada por el fascista de Macri y sus secuaces) de cinco facultades
de la UBA, ocupadas por estudiantes, profesores y graduados, en oposición a la decisión del
“onganiato” de intervenir las universidades y anular el régimen de cogobierno.
Recordemos que el 28 de junio de 1966, el general Onganía había derrocado al gobierno
semi-democrático de Arturo Illia e iniciado la dictadura autodenominada revolución
argentina. La universidad pública argentina estaba organizada de acuerdo a la reforma
universitaria de 1918; establecía la autonomía universitaria del poder político y el cogobierno
tripartito de estudiantes, docentes y graduados.
La represión fue muy violenta en las facultades de ciencias exactas y naturales y en la de
filosofía y letras de la UBA.
La policía federal, bajo intervención militar desde el golpe, tenía órdenes de reprimir. El
nombre de ese infausto día proviene de los bastones largos usados por efectivos de la
policía federal para golpear a las autoridades universitarias, los estudiantes, los profesores y
los graduados, haciéndolos pasar por una doble fila al salir de los edificios, luego de ser
detenidos.
Doble fila de policías, esperando la salida de profesores y estudiantes, para blandir los
"palitos de abollar ideologías".
Los detenidos fueron 400; destruidos laboratorios y bibliotecas universitarias.
Luego, fueron despedidos cientos de profesores y otros renunciaron o abandonaron el país.
Emigraron 301 profesores universitarios; de ellos 215 eran científicos; 166 trabajaron en
universidades latinoamericanas, básicamente en Chile y Venezuela; otros 94 se fueron a
universidades de los Estados Unidos y Canadá; los 41 restantes se radicaron en Europa.
Equipos completos fueron desmantelados. Por ejemplo el instituto de cálculo de ciencias
exactas, que operaba a Clementina, la primera computadora de América Latina (construida
por Ferranti, de la Universidad de Canadá); sus 70 miembros renunciaron y emigraron. Lo
mismo sucedió con el instituto de radiación cósmica.
"Clementina", la primera computadora de América Latina (proyectada en 1960).
Nombramos sólo a algunos de los profesores e investigadores afectados y aclaramos que ni
la furia antieducativa y anticientífica macrista lo hubiera hecho mejor: Rolando García,
epistemólogo, físico, meteorólogo; decano que encabezó la toma de la facultad de ciencias
exactas. En el exilio desarrolló junto a Piaget la epistemología genética. Sergio Bagú,
historiador y sociólogo, uno de los pioneros de la teoría de la dependencia. Manuel Sadosky,
introductor de la computación en el país. Gregorio Klimovsky, epistemólogo, notable en
lógica matemática y filosofía de la ciencia. Pablo Miguel Jacovkis, matemático, sería decano
de la facultad de ciencias exactas de la UBA y presidente del CONICET en 1999 y 2000.
Félix González Bonorino, el mejor geólogo del país. Tulio Halperín Donghi, gran historiador
de América Latina. Risieri Frondizi, filósofo y exrector de la UBA. Juan Roederer, físico a
cargo del instituto de radiación cósmica. Catherine Gattegno de Cesarsky, astrónoma que
en 2006 asumió la presidencia de la unión astronómica internacional. Telma Reca,
psicóloga, directora del instituto de psicología evolutiva. Mariana Weissmann, física atómica,
premio L’Oreal-Unesco 2003, primera mujer en la academia argentina de ciencias exactas,
físicas y naturales. Eugenia Kalnay, meteoróloga premiada en 2009 por la organización
meteorológica mundial (ONU).
La dictadura les aplicó una estricta censura en los contenidos de su enseñanza y se
desmanteló un proyecto reformista de universidad científica de excelencia por la estrecha
vinculación entre investigación y docencia.
Comienza la decadencia cultural y académica y la fuga de cerebros en Argentina.
En julio de 2005 la federación universitaria argentina entregó diplomas de reconocimiento a
los 70 profesores que renunciaron en 1966 a sus cátedras en la facultad de agronomía de la
UBA.
En 2004 el director de cine Tristán Bauer estrenó una película: "La noche de los bastones
largos: el futuro intervenido".