23 DE OCTUBRE DE 2012: CRISTINA KIRCHNER RECORDÓ LA SANCIÓN DE LA LEY QUE INSTAURÓ EL VOTO SECRETO Y OBLIGATORIO.

En el acto, la presidenta elogió la lucha del radicalismo. Resaltó el proyecto que amplía el derecho a voto a los 16 años y que ya contaba con media sanción del Congreso.
La presidenta encabezó un acto en el Museo del Bicentenario para conmemorar el centenario de la sanción de la Ley Sáenz Peña que instauró el voto universal, secreto y obligatorio en la Argentina. La fecha se había cumplido en febrero, pero recién en este día (en otro aniversario, el Nº 50 de la creación de la Cámara Nacional Electoral) fue celebrado con la presencia de
gobernadores, ministros, el titular de la CNE (Cámara Nacional Electoral) y el presidente de la Corte Suprema e incluso se invitó a las máximas autoridades de la Unión Cívica Radical. Es así como se pudo ver en las primeras filas al senador Nito Artaza y al exdiputado radical bonaerense Leopoldo Moreau, en representación del centenario partido que, tres años después de la sanción de la ley, ganaba las primeras elecciones libres en la Argentina.
La presidenta definió como “elecciones minoritarias” los procesos electorales que se dieron entre la sanción de la Constitución, en 1853, y 1916. “Lo que algunos sectores marcan como la época de esplendor y de oro de la República Argentina, o nos presentan las históricas presidencias de Mitre, Sarmiento o Avellaneda, lo cierto es que los argentinos no votaban. Votaban muy pocos y de modo fraudulento, porque el voto, además, era cantado”, luego, rindió “homenaje a la fuerza política que protagonizó tres alzamientos cívicos armados que permitieron concluir en la Ley Sáenz Peña”. Completando con: "Quiero rendir homenaje a la fuerza política, que primero bajo la denominación de Unión Cívica, y más tarde como Unión Cívica Radical, protagonizó tres alzamientos cívicos armados: las revoluciones del '90, del '93 y de 1905, lideradas -en la primera etapa- por Leandro N. Alem y luego por Hipólito Yrigoyen, que permitieron concluir en la Ley Sáenz Peña".
Comenzaría de esa manera la universalización de la democracia criolla, en el que estaban empadronados 1.189.000 de los más de siete millones de habitantes que había en la Argentina. Sin embargo, destacó Cristina, fue en aquella ocasión que “por primera vez el voto fue secreto y obligatorio, […]”. Se refería, primero, a la irrupción del peronismo frenando una década de “fraude patriótico”, a la incorporación de la mujer y luego de los argentinos que viven en el exterior. Es el mismo tenor de la ley que ahora debe aprobar la Cámara de Diputados, extendiendo el derecho a voto hasta los 16 años.
“La constante ampliación de esa base electoral es, al mismo tiempo, la ampliación de la sustentabilidad de la democracia. Cuanta más gente participa, cuanta más gente decide, cuando más gente ejerce no solamente el derecho, sino el deber de elegir, porque los ciudadanos no solamente tenemos derechos, también tenemos obligaciones y deberes. Y cuando uno vota, se entremezclan los dos: el derecho a elegir y el deber también de ejercer la responsabilidad de ese voto”, señaló Cristina.

Y también, agregó, en un mensaje pleno de actualidad política: “Una clara enseñanza para los ultras, que siempre juegan a todo o nada, y que la democracia y la política no se construyen solamente con la voluntad o con lo que uno tiene ganas, sino también con las relaciones de fuerzas que se van dando en los distintos momentos históricos”.
"El reconocimiento del aporte de Yrigoyen y Alfonsín a las luchas democráticas de nuestro país nos llena de orgullo a los radicales", agradeció Moreau al término del acto, que comenzó a las seis y media de la tarde, con la proyección de un video con la cronología de la historia del sufragio en el país. Acompañada por el presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, el vicepresidente Amado Boudou, el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo y el presidente de Cámara Nacional Electoral Santiago Corcuera, la presidenta prestó atención a la proyección.
Aplaudió en tres oportunidades: con la imagen de Yrigoyen, con la de Perón y con la de Alfonsín.